DEERHOOF
Sala: La 2 (Barcelona). Fecha: 21-04-07. Público: Demasiado. Estilo: Pop. Promotor: Nitsa.
A pesar de que se les suele considerar así, Deerhoof no son en absoluto caóticos. Manejan estructuras con muchos cambios, que son en sí mismas un desafío, pero la manera como tocan, con una visceralidad y una concentración totales, deja claro que nada está pasando por azar. Tienen tanto equilibrio como nervio. Lo que de radical tiene su propuesta está en la sucesión rápida de tensiones impactantes, muy expresivas y poco manejables para cualquiera, excepto para ellos. Con Deerhoof nada ocurre progresivamente, todas las canciones llevan esos cortes abruptos a machete. Son el resultado de confrontar varios patrones -cada uno de ellos con su propio ritmo, métrica y melodía- que se empujan con ímpetu los unos a los otros. Siempre de golpe, como bofetadas de otros mundos que piden paso. Deerhoof trazan, con una sincronización perfecta, circuitos llenos de meandros y repentinos cambios de nivel. De vez en cuando dejan que se oiga una melodía vocal, que llega con un rastro exótico y azucarado. Aparece durante unos segundos y, sin tiempo para ser saboreada por completo, es sustituída a baquetazos. Nunca dejan que dure mucho, pero precisamente por ello ese instante de belleza tiene tintes espectaculares y únicos. Son llamadas de sirena en el interior de un laberinto pintoresco, proyectado directamente desde el futuro.
2. En imágenes
Así, más o menos, se les pudo ver, en el momento más pop de su último disco. Con un poco más de luz, un sonido más claro y más volumen en la voz de Satomi Matsuzaki, pero igualmente increíbles que en esta actuación en San Francisco.
Versión videoclip de la misma canción -"The Perfect Me"-, con teclado y voz hiper-clara. Atención a la discusión sobre tiempos y compases en los comentarios.
B'dum b'dum
No hay comentarios:
Publicar un comentario